Este artículo analiza la transición y la incipiente consolidación democrática en México durante los últimos 23 años. Se argumenta que a pesar que la era de alternancia política en México sólo se instauró con el reciente proceso electoral, la transición del país se completó hace tres años. Así, la victoria de Vicente Fox en las elecciones presidenciales debiera ser vista como un hito en la consolidación de la democracia en México. El autor sostiene que la sinergia creada por los cambios en la legislación electoral, así como el aumento de credibilidad del proceso electoral, hicieron posible la transición mexicana incluso antes que las últimas elecciones presidenciales se llevaran a cabo. Además argumenta que la convergencia de actores domésticos e internacionales fue instrumental para la aceleración de la prolongada transición a la democracia, y que el caso mexicano ilustra una tendencia más amplia: la importancia creciente en regímenes transicionales de la interacción entre actores domésticos y extranjeros.