El desierto en la literatura chilena. Una mirada ecocrítica
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Resumen
El desierto ha sido un territorio largamente explotado, no solo económicamente, sino como recurso literario y artístico, porque se ha estimado propicio para imaginar situaciones límite de carácter dramático, tanto en la esfera de las experiencias personales como en contextos históricos, filosóficos o religiosos. Desde la Biblia y el Corán hasta Merton, Sarmiento, Quiroga, Borges y Rulfo; desde San Juan de la Cruz y los místicos hasta O. Paz y R. Zurita; desde las Mil y una noches y Pedro Solís y Valenzuela hasta Bolaño y Rivera Letelier, hablar del desierto ha supuesto siempre, construir diversas imágenes y escenarios simbólicos que pueden representar desde el vacío absoluto hasta la tortuosa habitación infernal; desde la aventura hazañosa hasta la codicia implacable; desde el lugar propicio para la purificación y el éxtasis espiritual hasta el habitat amado en su desolada ternura; desde el lugar sin límites donde todo es posible hasta aquel donde la imaginación o la enajenación se pierden en espejismos y fantasmagorías ilusorias o indicios de otros modos de existencia; desde la posibilidad de comunicación con el cosmos hasta la consideración de la adusta pequeñez de la piedra o el grano de arena.